Cámaras

Un amplio catálogo de cámaras de bicicleta a tu disposición

Las cámaras para bicicletas, también conocidas como cámaras de aire, son estructuras que se pueden encontrar en todas las ruedas de este tipo de vehículos salvo en aquellas que emplean estructuras tubulares. Se infla y desinfla a través de una válvula, generalmente presta, pudiendo elegir el corredor la presión que más le interese en función del terreno que vaya a afrontar. Existen muchos tipos disponibles actualmente en el mercado de marcas tan prestigiosas como Michelin, Schwalbe o Continental a precios muy variados y específicamente diseñadas para bicicletas de carretera y de montaña.

¿Qué te ofrece cada tipo de cámaras para bicicletas?

La elección de la cámara o el neumático adecuado para tu bicicleta dependerá, en primer lugar, del tipo de bici que poseas. En este sentido, las diseñadas para modelos de carretera son mucho más finas que las de mountain bikes y, además, las cubiertas prácticamente carecen de dibujos y grabados. Por su parte, siempre son de 29 pulgadas, una medida estandarizada dentro de la modalidad de fondo. Sin embargo, al hablar de bicicletas de montaña, el abanico de posibilidades se amplía. Y es que, actualmente, es posible encontrar desde las clásicas gomas de 26 pulgadas hasta otras más innovadoras de 27,5 y 29 pulgadas capaces de proporcionar una mayor capacidad rodadora.

Evidentemente, las llantas también influyen en la elección de la cámara. Por su parte, suelen contar con válvulas Schrader, las cuales suelen estar equipadas en la mayoría de neumáticos de coches y que son más útiles en el caso de las bicicletas de montaña y en las infantiles que en las de carretera. Sin embargo, también es muy común que estas cámaras equipen válvulas presta de diversa longitud que se ajustan a la profundidad de la goma. El inflador se ajusta mediante una especie de tuerca, no haciendo presión simplemente como en el caso anterior. Este elemento es el encargado de mantener estable la presión en el interior de la cámara.

Materiales empleados para la fabricación de cámaras

La tecnología ha avanzado mucho y, por ello, hoy en día es posible encontrar modelos fabricados en materiales muy diversos. Y es que, a pesar de que las cámaras de goma o butilo siguen siendo los más habituales, lo cierto es que cada vez se emplean con más asiduidad dispositivos a partir de otros más ligeros y resistentes, como es el caso del látex.

Además del peso, el látex hace posible que la resistencia de rodadura sea más baja ya que la cámara se adhiere menos a la superficie, lo que es ideal para aquellos que practican ciclismo de fondo. Sin embargo, esto no quiere decir que pierdan tracción ya que es muy flexible y posee gran capacidad de adaptación a las condiciones del suelo. Esto también repercute en un menor riesgo de sufrir un pinchazo.

Cubiertas tubulares, el mejor remedio contra los pinchazos

Desgraciadamente, tanto con las cámaras de butilo como con las de látex, los pinchazos son bastante habituales. Sin embargo, actualmente hay disponibles cubiertas para MTB tubulares que evitan que estos se produzcan. O, al menos, permiten seguir rodando como si nada hubiese pasado hasta proceder a su reparación. Esto es posible, sin lugar a dudas, gracias a que carecen de cámara de aire, es decir, al ser montadas directamente sobre la llanta, el conjunto de la rueda solo está formada por dos partes.

Otra de sus principales ventajas es que pesan muy poco, motivo por el cual suelen ser utilizadas por los profesionales. Además, se estima que, en condiciones de ascenso, ofrecen hasta 30 W más de potencia al corredor. Asimismo, aguantan una presión de inflado de hasta 10 kg y es prácticamente imposible desllantarlas. El único contra real que existe es su precio, aunque también es cierto que cuesta bastante montarlas.

En definitiva, la elección de la cámara dependerá, única y exclusivamente, de tus gustos, de las características de tu bicicleta y de tu estilo al montar. Sin embargo, confiar en marcas de reconocido prestigio como las que te proponemos en Bikester es sinónimo de calidad y de productos con una larga vida útil. En este sentido, aunque no te decantes por una opción con sistema antipinchazos, siempre puedes llevar contigo un kit de parches que te saque del apuro cuando más lo necesites.